lunes, 23 de marzo de 2015

La historia del Döner y el guía turístico

¿Se imaginan cuál es la profesión más difícil de ejercer en Berlín? Si, exacto. La de guía turística. ¿¿Cómo?? ¿Que por qué? Imaginen tener que explicar diariamente al visitante que no se lee Strabe, que es Strasssssse … 

Imaginen tener que, para saciar el ansia incombustible del turista, estar al día de lo que se cuece en la escena cultural berlinesa, ¡claro! ¡como es mínima! Y cada jornada lo mismo, el inexorable día de la marmota. Imaginen tener que recomendar la gastronomía típica berlinesa... Y, ¿qué comemos hoy?- Preguntan como pollitos en el nido que reclaman alimento. ¡Dame, a mi, a mi!... ¡Ah! ¡Esa es fácil! Cómanse un Döner que es algo típico berlinés. Cara de incredulidad. De menosprecio incluso. Para algunos esto de “Döner, berlinés” suena como para algunos otros lo de “Gibraltar, español”. Vamos, que les chirría.